Esta oración la escribí pensando en el llamado que sentí a los 15 años para ser sacerdote. En el fondo, es una respuesta al Señor para que siga contando con mi vida, con mi servicio para hacer crecer su Reino.
Háblame Señor, que yo estoy para escucharte.
Envíame Señor, que yo estoy para servirte.
Si has puesto tu mirada en mí, donde muchos son mejores, responderé agradecido: Aquí estoy, Señor.
Me entregaré con la confianza de que tu Gracia nunca falte.
Me entregaré con mis labios para que pongas tus palabras.
Me entregaré con mis pasos para que me coloques tus senderos.
Me entregaré con toda mi vida para que Tú seas mi vida.
Dispón de mí, yo me entrego a tu Evangelio. Espero de ti cada herramienta para el Reino construir.
No espero de este mundo sus tesoros, solo espero verte en todo y abrazarte con amor al final de mi misión.
Amén.
P. Pablo González Sandoval C.M
Chile
0 comentarios