En medio de una pandemia mundial, de un mundo de disturbios y de incertidumbre, hay esperanza. La esperanza es nuestra Fe. La esperanza está en las palabras del Evangelio. La esperanza está en los rostros de las personas que amamos. Y la esperanza se hace vida de forma especial y para nosotros en MISEVI hoy, cuando Valeria Coronel comienza su misión en Bolivia.
La esperanza brota de la propia Valeria mientras se aventura a este país y avanza un paso más en su viaje misionero. Respondió a una llamada para servir en medio de una pandemia. Respondió al pueblo de Bolivia. Ella nos muestra todo su coraje para decir sí, siguiendo los pasos del sí de María a Dios. La esperanza surge de la colaboración entre Argentina, España, Bolivia y MISEVI Internacional para esta misión. La esperanza brota de todos los que abrazan el espíritu vicenciano, de la voluntad de ir a cualquier parte del mundo, prestando atención a los signos de los tiempos para atender las necesidades de los más vulnerables y siempre abiertos a la transformación continua. El sí de Valeria es un signo de esperanza y una llamada para que prestemos atención a las oportunidades de traer esperanza en un mundo tan necesitado de ella. ¡Gracias, Valeria, por tu testimonio! ¡Gracias por traernos esperanza!
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