Celebrar la vida de los que entregaron la suya al servicio de los pobres

por | Feb 2, 2021 | Confraternidades, Formación, Reflexiones | 0 comentarios

¡Bendito Dios que nos permite ver las maravillas que podemos hacer cuando nos abandonamos a su Misericordia!

El amor de Cristo Jesús y de Nuestra Madre Milagrosa esté con nosotros:

Un caluroso saludo a la Familia Vicentina Internacional desde el corazón del Caribe.  La Familia Vicentina de la Región del Caribe compuesta por Cuba, Haití, República Dominicana y Puerto Rico se une al esfuerzo internacional de acompañar y servir a nuestros hermanos en este tiempo de gracia que nos toca vivir.

Hoy queremos celebrar la vida de aquellos que la han entregado al servicio de los pobres como Margarita Naseau, primera hija de la Caridad, que murió por dar albergue en su lecho a un apestado. Así como Margarita, en este tiempo de pandemia, son muchos los que continúan la obra de San Vicente y Santa Luisa, arriesgando su seguridad por seguir el mandato de Jesús: “Cuanto hicisteis por estos hermanos míos más pequeños, conmigo lo hacéis” Mt. 25, 40.  Qué alegría hay en el cielo con la donación de nuestros hermanos, y que alegría lo cuando un pobre es atendido con amor por nuestra familia Vicentina.

Los Vicentinos hemos tenido “perdidas” humanas en esta pandemia. ¿Pero son realmente perdidas lo que tenemos o son ganancias?  El dolor físico está presente, todas las ramas han entregado vidas en esta pandemia, y la misión sufre; pero Dios, que todo lo ve y todo lo sabe, mira las necesidades de sus siervos y enviará a su debido tiempo los recursos necesarios para el éxito de cada misión.  Veamos el vaso medio lleno; veamos la misericordia de Dios derramándose en el mundo a través del servicio físico y espiritual de la familia vicentina en este tiempo de gracia.  Demos gracias por todos los esfuerzos por llevar comida a aquellos que quedaron sin trabajo; de atender a los enfermos y ancianos; de cuidar a nuestros niños y jóvenes; de alimentar las almas de tantos con la Palabra y la Eucaristía; proyectos como el de las 13 casas que continua exitosamente, etc.

Bendito sea Dios, que en este tiempo nos muestra la urgencia de nuestro carisma.  Oremos sin cesar por todos los misioneros del mundo: sacerdotes, religiosas, laicos. Oremos sin cesar por nuestra familia vicentina para que cada día reciba las gracias para la misión. Oremos al Señor por aquellos vicentinos laidos que son llamados a la vida matrimonial para que desde sus hogares irradien el mundo el mundo con el fuego de la caridad.

Por último, elevamos una oración al Señor, Dios justo y misericordioso, por todas las almas de quienes fallecieron durante este tiempo y aquellos que están en agonía para que el Señor en su infinita misericordia les acoja en su regazo y les diga “Vengan benditos de mi padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo” Mateo 25,34.

Con la alegría de sabernos hermanos les enviamos abrazo fraternal desde nuestro amado Caribe

Xiomara Santana Ramos (AIC, Puerto Rico)
secretaria del Consejo Regional del Caribe de la Familia Vicentina

 

Etiquetas: coronavirus

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