“Al enterarse de lo que hacía, acudía mucha gente”

Heb 7, 25—8, 6; Sal 39; Mc 3, 7-12.

El evangelio de hoy nos dice que, a medida que avanza la misión de Jesús, aumenta su fama. Llegan personas de todas partes, Marcos nos dice: “lo seguía una gran muchedumbre de Galilea”; y luego menciona “acudía mucha gente” (de Judea, de Jerusalén, de Idumea, etc.).

Pero, ¿por qué lo buscan? La respuesta también nos la da el evangelista: “se habían enterado de que había sanado a muchos…” y ellos también querían el mismo regalo, ser curados de sus dolencias.

No leemos que buscaran a Jesús por su Palabra, por su predicación, por interesarse en su doctrina. No. Acuden a él para ver qué pueden obtener de satisfacción material. A muchos no les interesaba de Jesús más que eso. Por eso, cuando llegó el momento de su pasión y muerte, fueron pocos los que continuaron firmes como discípulos.

¿Cómo estaremos nosotros en nuestra fe? ¿Seremos miembros de la comunidad de Jesús porque esperamos recibir un favor de él, o porque estamos verdaderamente convencidos de que su camino es el único y el verdadero?

Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Hna. María Gloria Laguna de San José