Llegará con la luz, la esperada libertad.

2Sam 7, 1-5. 8-12. 14. 16; Sal 88; Lc 1, 67-79.

Hace tiempo me di cuenta de que, al orar los salmos durante Laudes, cuando llegaba el turno del Benedictus, lo rezaba de memoria y por costumbre. Pedí perdón al Señor por echar en saco roto el regalo desu buenanoticia. También descubrí, por graciade Dios, queleer mientras oro los versos del cántico de Zacarías, es un apoyo sencillo para dejarme sorprender por la eterna novedad del Dios vivo. El texto del Benedictus es un mix bíblico quesan Lucas pone en labios de Zacarías, padre feliz y emocionado que dirige a Dios una oración de alabanza. Bella síntesis de la esperanza judía en las promesas del Señor.

Si consideramos el Benedictus desde la fe fresca de los primeros cristianos, reconocemos que este himno trata de Jesús. En el Hijo, Dios visita y redime a su pueblo; Jesús es la plenitud de la alianza con Abraham; Jesús es descendiente de David. En Jesús encontramos el sentido de nuestra vida y de la humanidad, en él somos llamados y elegidos para vivir con santidad y justicia. Tan solo basta dejar que el Espíritu Santo nos llene para cantar de alegría porque él iluminará nuestras tinieblas y conoceremos los caminos de la paz.

Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Sor Alicia Margarita Cortés H.C.