El Evangelio de hoy nos recuerda que la misericordia de Dios sigue siendo mucho mayor que nuestras limitaciones; la acogida y el perdón que el “padre bueno” de la parábola, tuvo con su hijo pródigo, es, junto a nuestro reconocimiento de pecadores, la invitación a saber a hacer fiesta cuando un alejado vuelve a casa.
¡Caridad y Misión!
Chuno
excelentes reflexiones y meditaciones. Si no fuera por Uds. nosotros los vicentinos estaríamos sin esa formación que tanto nos hace falta. Muchos no escriben ni hacen comentarios, pero creo que muchos leen y les cae bien. Dios los bendiga. AIC-GUATEMALA