La formidable historia de la vida del Conde de Aljezur y su importancia para la SSVP en Brasil y Portugal

por | Oct 5, 2017 | Formación, Sociedad de San Vicente de Paúl | 0 comentarios

En el caminar vicentino no podemos jamás olvidarnos del legado dejado por los fundadores de la Sociedad de San Vicente de Paul (SSVP). En 1833, en París (Francia), aquellos pioneros —Ozanam, Bailly, Clavé, Devaux, Le Taillandier, Lallier y Lamach— recibieron la inspiración divina de fundar esa obra maravillosa, que viene produciendo incontables frutos de caridad, de conversión y de evangelización por todo el mundo, hasta nuestros días.

De igual manera, en diversos países, siempre debemos rescatar la historia, buscando identificar los orígenes de la SSVP. En el caso de Brasil y Portugal, una persona sobresale: Francisco de Lemos de Faria Pereira Coutinho, más conocido como Conde de Aljezur. Vamos a conocer un poco la historia de este importante consocio, responsable de la fundación de la Sociedad en Brasil y Portugal, un hombre escogido por Dios para esparcir el carisma vicentino en tierras lusitanas y brasileñas.

Francisco Coutinho nació el 12 de septiembre de 1820, en Río de Janeiro (Brasil). En aquella época el país no era todavía una nación independiente (lo cual no sucedería hasta el 7 de septiembre de 1822) y, por tanto, Francisco Coutinho era ciudadano portugués, nacido en la entonces colonia de Brasil. El 3 de junio de 1845, en Portugal, con 25 años de edad, se casó con María Rita de Noronha (que nació en la ciudad de Tavira, Portugal, el 21 de enero de 1826). La pareja no tuvo hijos.

El 15 de septiembre de 1858, por decreto, el rey de Portugal, Pedro V, concedió el título de Vizcondesa de Aljezur a la señora María Rita, y en la misma fecha, extendió el título a Francisco Coutinho, designado «Vizconde de Aljezur». En Brasil, el emperador Pedro II confirmó el título de vizconde a Coutinho, por medio de un decreto del 23 de diciembre de 1858. Más tarde, el 10 de abril de 1878, Francisco Coutinho vio su título de vizconde elevado a la categoría de conde, en ambos países. Como podemos ver, tuvo los mismos títulos nobiliarios, tanto en Portugal como en Brasil.

En la concesión de títulos, los reyes y emperadores eligen nombres aleatorios, generalmente villas, ciudades o accidentes geográficos (como lagos, ríos, montañas, valles y sierras). Así, la palabra «Aljezur» en Portugal tiene dos orígenes: es una pequeña villa, en la región del Algarve, actualmente con 6.000 habitantes; y es también el nombre de un río (o ribera) que nace en la Sierra de Monchique y desagua en el Océano Atlántico, en la hermosa Praia da Amoreira. Pedro V escogió «Vizcondesa de Aljezur» (para Doña María) y «Vizconde de Aljezur» (para Francisco Coutinho) por mera liberalidad, sin ninguna razón específica. «Aljezur» es una palabra de origen árabe y significa «islas» (al jazair). «Al yazira» es el singular («la isla»). En español, «aljezur» puede ser traducido como «Algeciras». De la misma raiz surgió la palabra Argelia.

Francisco Coutinho era funcionario de la Corona y servía al Imperio de Brasil, desempeñando diversas funciones, encargos y misiones. Por ejemplo, el 7º Cuerpo de Caballería de la entonces Provincia de Río de Janeiro, con sede en la Vila de Iguaçu, región que hoy conocemos como municipio de Nova Iguaçu. También fue hidalgo de doña María Leopoldina (Emperatriz de Brasil, la primera esposa de Pedro I), contable responsable de doña Amelia Augusta Eugenia Napoleona de Beauharnais (Emperatriz de Brasil, segunda esposa de Pedro I), y asesor directo del emperador Pedro II, llegando a acompañarlo al exilio en Portugal, tras la proclamación de la República (el 15 de noviembre de 1889). Coutinho fue compañero inseparable de Pedro II, siéndole leal hasta la muerte del monarca, en 1891. Luego regresó a Brasil y fue a vivir en Petrópolis, donde ya se había establecido durante el reinado de su majestad imperial, Pedro II.

En el aspecto vicentino, Francisco Coutinho fue uno de los fundadores (y 1º vicepresidente) de la Conferencia «San Luis Rey de Francia», de la Iglesia de San Luis de los Franceses, en Lisboa (Portugal), fundada el 31 de octubre de 1859, con el padre Joaquim José Sena de Freitas (CM), el padre Emilio Eugenio Miel (CM), el Conde de Samodães y otros. También colaboró ​​con el consocio francés Sr. Thiberge en la fundación de la Conferencia «San Pedro», la segunda en tierras portuguesas, en Funchal (Madeira), en 1875. Francisco fue vicepresidente del Consejo Superior de Portugal, realizando una labor de gran relevancia.

En Brasil, junto a otros cohermanos (Pedro Fortes Marcondes Jobim, secretario, y Antônio Seário Moreira de Sá, tesorero), fundó, el 4 de agosto de 1872, la Conferencia «San José», siendo el Vizconde de Aljezur elegido primer presidente de una Conferencia Vicentina en tierras brasileñas. Es importante resaltar que, en el momento de la fundación de la Conferencia «San José», el consocio Francisco de Lemos de Faria Pereira Coutinho poseía el título de «vizconde» (pues el grado de conde sólo le fue concedido en 1878, como ya se ha mencionado).

Después de la muerte de doña María Rita, Francisco Coutinho contrajo nuevas nupcias con Ana Carolina de Saldanha da Gama, nacida el 1 de agosto de 1834 en Río de Janeiro. La pareja no dejó descendientes. Francisco Coutinho poseía, también, innumerables condecoraciones, como la Orden Sueca de la Estrella Polar, Orden de Cristo (en Brasil) y Orden de San Gregorio (en Italia). Una curiosidad: el 12 de agosto de 1903 se inauguró la Estación Aljezur, en Nova Iguaçu (RJ), parte de la Línea Auxiliar del Ferrocarril Central de Brasil, en homenaje al conde que poseía tierras en aquella localidad. Lamentablemente, la Estación Aljezur se encuentra, desde 1996, abandonada, desde la desactivación de dicha línea férrea.

El Conde de Aljezur, hombre brillante de dos continentes (América y Europa) y de dos naciones hermanas (Brasil y Portugal), falleció el 2 de abril de 1909 en Petrópolis, Estado de Río de Janeiro (Brasil), a los 99 años de edad. Empleó toda su existencia en el ejercicio de la caridad cristiana. Pidamos a Dios por el alma de este memorable consocio que fundó la SSVP en Portugal y en Brasil. Sólo podemos proyectar el futuro si conocemos el pasado y si sabemos valorar a nuestros antepasados, conquistadores de la historia, que abrieron las puertas a la existencia de la Sociedad de San Vicente de Paúl por el mundo. ¡Que la memoria, la vida y la biografía del consocio Francisco Coutinho sea ampliamente difundida en el seno de la SSVP y de la Familia Vicentina!

Autor: Renato Lima de Oliveira,
16º Presidente General de la SSVP (2016/2022).

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