Para la fiesta de san Pedro, apóstol • Una reflexión semanal con Luisa
Santa Luisa de Marillac escribe a san Vicente:
«Espero que su caridad haya escuchado de Nuestro Señor lo que me parece haberle dicho en la persona de San Pedro, que sobre ella quería edificar esta Compañía» (c. 228).
A las Hijas de la Caridad las anima:
«Pueden decir con San Pedro a Nuestro Señor: ¡Lo hemos dejado todo por amor tuyo! y estar seguras de que, si son fieles, su recompensa será grande» (c. 584).
Y, para ella misma, escribió en una especie de diario:
«el miércoles de las Témporas de Navidad salí para Asnières, convencida de que Nuestro Señor lo haría, acordándome a menudo de la fe que hizo caminar a San Pedro sobre las aguas» (E 16).
Trozos de cartas a san Vicente, a las Hijas de la Caridad y un pensamiento para su vida espiritual.
Reflexión:
- Da la impresión que san Luisa tiene a san Pedro como modelo de toda la vida espiritual, y así, le dice a san Vicente que aprenda de él, pues, como la Iglesia está fundada sobre san Pedro, también la Compañía de las Hijas de la Caridad está fundada sobre san Vicente y no sobre los obispos. Y cuando envía a Sor Bárbara Angiboust a visitar a las Hermanas en el pueblucho de Sainte-Marie, alejado de las comunicaciones, con mucho trabajo y en soledad, le dice que anime a las Hermanas, recordándoles que san Pedro, cuando muchos abandonaron a Jesús, le asegura que los apóstoles nunca le abandonarán. Y para su vida personal, en el diario que empezó a escribir hacia 1645, recordó que unos 20 años antes ya confiaba en la fuerza del Señor, como san Pedro, al caminar sobre las aguas.
- La fiesta de san Pedro en occidente siempre ha gozado de gran prestigio debido a que en oriente había cuatro patriarcados: Moscú, Constantinopla, Jerusalén y Alejandría, mientras que en occidente solo existía el de Roma fundado por san Pedro. Patriarcados que, debido a los vaivenes de la historia, han querido considerarse la piedra angular de la Iglesia cristiana, enfrentándose, principalmente, el de Roma con los de Oriente.
- Es una fiesta muy popular. Extendida por innumerables pueblos y ciudades, con unas características propias de cada lugar tanto en lo religioso, con ceremonias originales, como en lo profano con romerías muy populares y típicas de cada región. Es, al mismo tiempo, muy querida y disfrutada por el pueblo con ritos muy simpáticos, ya que, al celebrarse el 29 de junio, se considera como la puerta que da paso a las vacaciones de verano.
- Es una ocasión maravillosa para que la Familia Vicenciana celebre la fiesta con alegría, y, al mismo tiempo, la emplee como plataforma para evangelizar a personas y lugares a los que es difícil llegar directamente con el mensaje crudo del Evangelio. Esta fiesta puede ser más asequible a través de las tradiciones populares que ya celebra el pueblo.
Cuestiones para el diálogo:
- Hace años el pueblo solía celebrar las fiestas de María y de los santos más que la de Jesucristo. El C. Vaticano puso las cosas en su sitio, pero casi soslayó a los santos, ¿cómo es tu devoción a Cristo, a María y a los santos? ¿Cómo participas en la liturgia y en los actos de piedad de estas fiestas? ¿Sirven para evangelizar?
- En tu entorno ¿sigue celebrándose la fiesta de san Pedro con el vigor que tenía, cuando eras pequeño? ¿La consideras como el final del curso?
- ¿Celebras las fiestas patronales de tu pueblo, ciudad o provincia? ¿También en las ceremonias religiosas?
Benito Martínez, C.M.
Etiquetas: Luisa de Marillac
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