El otro día, Philip Kosloski invitó a los cristianos de la tradición jesuita a un examen anual (recordando la actividad de Dios y nuestras respuestas). Los vicencianos también lo necesitamos.

He aquí cómo podría ser un examen para los vicencianos:

• Después de ponerte en presencia de Dios, primero da gracias a Dios por tantas bendiciones recibidas a través del trato con Sus amados pobres durante el último año. Rememora, mes a mes, las bendiciones que te ocurrieron en esas ocasiones.
• Reza pidiendo la gracia de entender la providencia divina de Dios.
• A continuación, revisa cada mes de nuevo. Imagina a algunas de las personas que te encontraste y toma nota de cualquier sentimiento o movimiento que ocurra en tu corazón al hacer esta actividad. En cualquier cosa que puedas sentir (sea una buena sensación, sea un mal sentimiento), pídele a Dios que te ayude a entender por qué ocurrió aquella situación.
• Cuarto, pide perdón por los pecados cometidos, confiando plenamente en la misericordia de Dios.
• Por último, mira hacia el Año Nuevo y reflexiona sobre las maneras en que puedes servir más fielmente y colaborar más con el amoroso plan de Dios para tu vida.

Kosloski dice:

Si queremos de alguna manera progresar en 2017, no debemos olvidar el pasado, sino aprender de él y aceptar todo lo que sucedió a la luz de la providencia divina de Dios. Haciendo esto podemos avanzar mejor y hacerlo en un espíritu de colaboración, dándonos cuenta de que Dios es quien tiene el control. Al final, si hemos de recordar alguna cosa, recordemos las palabras que Dios dijo al profeta Jeremías:

«Bien me sé los pensamientos que pienso sobre vosotros —oráculo de Yahveh— pensamientos de paz, y no de desgracia, de daros un porvenir de esperanza. Me invocaréis y vendréis a rogarme, y yo os escucharé. Me buscaréis y me encontraréis cuando me solicitéis de todo corazón; me dejaré encontrar de vosotros —oráculo de Yahveh.» (Jeremías 29, 11-14)

Prueba este examen. ¿Tiene el Dios de los Pobres el control de tu vida y ministerio? Que tengas un Año Nuevo lleno de benciciones.