1 Sam 1, 20-22. 24-28; Sal 83; 1 Jn 3, 1-2, 21-24; Lc 2, 41-52.

“Modelo perfecto para nuestras familias”

Dentro de la Navidad, celebramos la fiesta de la Sagrada Familia. En ella se manifiesta el proyecto de Dios para toda familia. Dice la oración colecta. “nos has dado en la Sagrada Familia de tu Hijo el modelo perfecto para nuestras familias”. Las personas, la sociedad y la Iglesia son, en gran medida,   lo que es la familia. ¿Qué quiere decir esto?, Que la familia es importante para el crecimiento de las personas y el desarrollo de la sociedad. Por eso, la Iglesia considera la familia como la primera sociedad natural, con derechos propios y originarios, y la coloca en el centro de la sociedad.

La familia (nacida de la íntima comunión de vida y de amor conyugal, fundada sobre el matrimonio entre un hombre y una mujer,) es importante para la persona porque en ella, el hombre nace y crece… ella crea un ambiente de vida en el cual el niño puede desarrollar sus potencialidades, hacerse consciente de su dignidad y prepararse para afrontar su destino único e irrepetible… y en ella recibe las primeras nociones sobre la verdad y el bien; aprende qué quiere decir amar y ser amado y, por consiguiente, qué quiere decir en concreto ser una persona (C.A. 39).

La Familia, decíamos, también es importante para la sociedad. La familia, comunidad de personas, es la primera sociedad humana. Sin familias fuertes en la comunión y estables en el compromiso, los pueblos se debilitan. El bien de las personas y el buen funcionamiento de la sociedad están estrechamente relacionados con “la prosperidad de la familia” (GS. 47). Está en nuestras manos el vivir y el promover este proyecto de Dios para la familia.

Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Jorge Pedrosa Pérez, C.M.