Como bien sabemos, la Cuaresma es un tiempo propicio para hacer un examen intenso acerca de nuestras relaciones personales, conscientes de nuestras limitaciones y de nuestras faltas. Es, sobre todo, un tiempo para orientarnos hacia los demás y, por supuesto, hacia Dios, para curar nuestras relaciones, a fin de que nuestros corazones puedan llenarse de Su compasión y puedan desbordarla.
Superior General: Cuaresma 2011
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