Con una masiva participación de fieles, pertenecientes a las distintas ramas de la Familia Vicentina, especialmente de Santiago y Valparaíso, se celebró este sábado 25 de septiembre, la Misa con que la Familia Vicentina en Chile, clausuró las celebraciones por el 350° aniversario de la muerte de San Vicente de Paúl y de Santa Luisa de Marillac.
La Misa tuvo lugar en el Cerro San Cristóbal de la Capital, a los pies de la imagen de la Inmaculada Concepción y fue presidida por el Visitador de la Provincia, P. Fernando Macías y concelebrada por varios misioneros de la Provincia, que trabajan en Santiago y Valparaíso. Este lugar es meta de frecuentes peregrinaciones de distintos grupos de Iglesia, especialmente de jóvenes. Y tal como lo señaló el P. Fernando en su homilía, incluso antes de la llegada de los españoles a Chile, fue considerado un lugar de encuentro con la divinidad. De ahí su nombre original en mapudungún de «Tupahue», que significa «Lugar de Dios». En 1987, durante su visita a Chile, el Papa Juan Pablo II llegó hasta este lugar, desde donde bendijo la ciudad de Santiago.
La gran cantidad de miembros de la Familia Vicentina que llegó hasta el Cerro San Cristóbal, el mediodía de este sábado, debió caminar una extensión aproximada de 3 kilómetros, cerro arriba, hasta llegar al lugar de la celebración, ya que las autoridades prohibieron el acceso de buses hasta ese lugar. Sin embargo, nadie se quedó abajo y caminaron con gran esfuerzo, adultos, jóvenes y niños, pero además, una buena cantidad de adultos mayores.
Previo a la Misa, una banda de unos de los colegios de la Sociedad de San Vicente de Paúl, ambientó, con su música, la llegada de los peregrinos.La celebración fue muy colorida, participativa y festiva. Hubo diversos signos, danza, ofrendas muy significativas, canto potente y motivador, una homilía dinámica, profunda y pedagógica.
De esta manera, la Familia Vicentina en Chile homenajeó a las dos grandes figuras que inspiran su vida y su acción en la Iglesia y el mundo, celebrando su Pascua, su nacimiento para el Cielo, ocurrida hace 350 años. La celebración estuvo marcada por la acción de gracias a Dios por estos dos santos, por su carisma, heredado por nosotros y por el compromiso de continuar -hoy y aquií- con la misión que ellos comenzaron en Francia, hace tres siglos y medio.
Las celebraciones continuarán este lunes, en los distintos lugares, con la Festividad de San Vicente de Paúl.
Me alegra mucho por las hermanas y hermanos chilenos. Saludos a la provincia y adelante. Feliz día de San Vicente.