El Superior General de la C.M. y de las Hijas de la Caridad, P. Gregorio G. Gay narra su reciente visita a la República Democrática del Congo y a Congo Brazzaville, donde se encontró con los misioneros de la C.M. , las Hijas de la Caridad y diversos grupos de la Familia Vicenciana,
Hice este viaje con la presidenta Internacional de las Juventudes Marianas Vicentinas, la Srta Yasmine Cajuste. JMV nos obsequió con una presentación sobre Santa Catalina y la Medalla Milagrosa, en la parroquia vicentina de San Adrián. Fue una presentación muy bella, bien preparada y bien realizada, en la que se recitaban y declamaban de memoria las escenas de la vida de Santa Catalina Laboure. Luego nosotros viajamos a Mbandaka, Bikoro, en el interior del país, donde están las primeras misiones de la C.M y las Hijas de la Caridad. Bikoro fue la primera fundación de la CM en el Congo. Allá tuvimos un encuentro con la Familia Vicenciana y nos reunimos también con los miembros de la C.M y con las Hijas de la Caridad.
Luego continuamos hacia el interior del País, a Itipo, donde también nos reunimos con los misioneros, con las Hijas de la Caridad y con otros miembros de la Familia Vicenciana. El grupo más fuerte de la Familia Vicenciana, en esta parte interior del país, es la AIC. Continuamos luego, más al interior, a un pueblo llamado Iboko, de donde, hace nueve años, las Hijas de la Caridad tuvieron que salir por razones políticas. Los cohermanos siguen estando allí con otros miembros de la Familia Vicenciana, sobre todo la AIC y la AMM La gente quiere que las Hijas de la Caridad regresen, porque hace mucha falta su presencia, sobre todo a una clínica donde hacían un buen trabajo.
De allí, fuimos a Mbandaka donde está la casa provincial de las Hijas de la Caridad. Una vez más, un encuentro con toda la Familia Vicenciana presente en el Congo. Sobre todo nos encontramos con la AIC, la SSVP, JMV y también la AMM junto con las Hijas de la Caridad y los cohermanos. Con las Hijas de la Caridad y los cohermanos puede compartir diferentes aspectos de nuestra vida, animando también a la Srta Yasmine a hablar a las Hermanas y a los Padres sobre la importancia del acompañamiento, desde el punto de vista de una laica. Luego, el domingo, tuvimos la misa con toda la Familia Vicenciana y al día siguiente hicimos el difícil viaje hasta Brazzaville. No está lejos, pero la falta de organización en las fronteras, lo hizo muy difícil. Hay mucha corrupción y me dejó mal sabor de boca por la falta de respeto que muestran los propios congoleses hacia su gente, especialmente a los más pobres, y el mal trato a los extranjeros. Pero al fin, pudimos llegar a Brazzaville y reunirnos con la AIC, un grupo de más de 200 señores, en una parroquia dirigida por un padre diocesano. Tuvimos la Eucaristía y después un encuentro con la AIC, con un grupito de la SSVP y las tres Hijas de la Caridad que componen la Comunidad de este pueblo. En total son cuatro las comunidades de Hijas de la Caridad que hay en el Congo Brazzaville de ellas tres en la ciudad.
Regresamos al día siguiente, el anterior a mi vuelta a Europa, a Kinsahasa, República Democrática del Congo, y con el Visitador y la Srta Yasmine fuimos a visitar a dos comunidades más de cohermanos y de la Familia Vicenciana. Fue un viaje de más de ocho horas en lanchas motoras.
Felecidades y seguiré orando por las hermanas y reitero, me siento honrrrada de conocer algunas de las hermanas y la obra que realizan