El P. Gregorio Gay, Superior General, envía esta nota sobre la muerte del P. Pavlic, c.m. misionero en la Misión Internacional de El Alto (Bolivia) NOTICIA SOBRE LA MUERTE DEL P. FRANC PAVLIC, C.M.
Roma, 5 de marzo de 2005
El 5 de marzo de 2005 (a las 8:10 hora de Bolivia), murió el P. Franc Pavlic, Superior de nuestra comunidad local en la Misión Internacional de El Alto, Bolivia.
Franc nació en Ljubljana (Eslovenia) el 26 de septiembre de 1965 y era miembro de la Provincia de Eslovenia. Entró en el Seminario Interno en Belgrado el 15 de septiembre de 1985; hizo los Votos el 8 de abril de 1991 y fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1992.
Antes de llegar a El Alto, Franc trabajó durante seis años en la obra que la Provincia de Eslovenia tiene en Argentina. En el año 2000, habiéndose ofrecido para las misiones, fue destinado a la Misión de El Alto y fue nombrado Superior en mayo de 2001. Durante estos años, trabajo en la parroquia de Italaque, dedicándose infatigablemente en la tarea misionera, viviendo con gran austeridad y exigencia personal. Como sus compañeros, se ocupaba no sólo de la predicación del evangelio, sino también de la promoción social y educativa de la población.
El domingo, 27 de febrero por la noche, después del trabajo y en situación de gran debilidad, sus compañeros de comunidad le llevaron al Hospital del Sagrado Corazón de El Alto, donde quedó ingresado. Se le diagnosticó una fuerte insuficiencia de plaquetas. Su estado era grave. Ya en el mismo hospital sufrió un derrame cerebral y su situación empeoró.
La falta de plaquetas hizo imposible intervenirle quirúrgicamente y se busco a personas de su mismo grupo sanguíneo para intentar hacerle transfusiones de sangre y así aumentarle las plaquetas. Sin embargo, el día 4 de marzo, hacia el mediodía, su cerebro dejó de funcionar; su corazón seguía latiendo, pero cada vez con menor fuerza. El día 5, por la mañana, murió.
Franc es nuestro primer misionero muerto en una de las nuevas Misiones Internacionales. Era un cohermano joven que tenía un gran espíritu misionero y un amor extraordinario por los pobres.
¡Oremos por su eterno descanso!
G. Gregorio Gay, C.M.
Superior General
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