Más de 3.000 fieles han asistido cada día a los cultos de la Novena a la Virgen Inmaculada de la Medalla Milagrosa, en la Iglesia de los Paúles de Pamplona (La Milagrosa, como se la conoce vulgarmente).

Desde la siete de la mañana y a lo largo de toda la jornada de los nueve días de la novena, la Iglesia de la Milagrosa se ha visto llena de fieles devotos que ha querido honrar a nuestra Madre la Virgen María.

Puntualmente, a las siete de la mañana comenzaba el rezo-meditación del Rosario, conforme a las orientaciones de la Encíclica Rosarium Virginis Maríae de Juan Pablo II.

Una escena del misterio ayudaba a la contemplación del mismo durante toda la decena que concluía con una breve oración conclusiva. El ejercicio piadoso del Rosario se repetía a las cinco y a las siete de la tarde.

Ocho veces al día hemos celebrado la Eucaristía para poder acoger a todos los fieles que querían participar. En cada una de ellas hemos dirigido a Señor, por intercesión de la madre, las mismas oraciones, hemos escuchado las mismas lecturas, con las homilías que obedecían al guión común, que oportunamente fue publicado en esta misma página. La capilla penitencial ha estado asistida por algún sacerdote todas las horas de los cultos y las comuniones repartidas han sobrepasado las 25.000.

Sobre el altar, lucía un hermoso mantel bordado a mano por las Esclavas de Cristo Sacerdote, del convento de clausura de Javier. También puede verse su fotografía. La bordadora hizo suya esta jaculatoria para cada puntada: «Madre mía, que quien te mire te ame».

Especialmente en el último triduo de la Novena, hicimos referencia al Tercer Centenario de la llegada de los Paúles a España, pidiendo a los fieles que se unieran a nosotros para dar gracias a Dios por el don del carisma vicenciano y para pedirle una renovada presencia del mismo.

El día 27 nos desbordó la asistencia de fieles que a lo largo del día querían acercarse siquiera a saludar a la Virgen y depositar un beso en las medallas que pendían de las manos de la imagen del camarín, desde el que preside nuestra Iglesia.

Añadimos un pequeño reportaje fotográfico, cuyas imágenes pueden ser ampliadas pulsando en cada una de ellas.