La Familia vicenciana en León, cuenta en la actualidad con tres proyectos conjuntos: el Hogar de San Vicente de Paúl, Desayunos y Pozos en Mozambique, (Globalización de la Caridad, lucha contra el hambre), y desde diciembre del pasado año: CALOR Y CAFÉ.
La Familia vicenciana
en León, cuenta en la actualidad con tres proyectos conjuntos: el Hogar de San
Vicente de Paúl, Desayunos y Pozos en Mozambique, (Globalización de la Caridad,
lucha contra el hambre), y desde diciembre del pasado año: CALOR Y CAFÉ.
1. LA GENESIS
DEL PROYECTO: CALOR Y CAFE
La gestación de este proyecto, que ha
culminado felizmente, ha sido larga y dolorosa. En el principio estaba Sor
Sabina Bacaicoa.
w Cuéntame, Sor Sabina, cómo empezó todo.
Yo experimentaba el peso y el
dolor profundo de los pobres, tal como lo siente una Hija de la Caridad, al
estilo vicenciano: no como lamento, sino como
impulso, no como algo que paraliza, sino como incentivo para la creatividad.
Cada noche de invierno, después de la cena, en la Asociación Leonesa de
Caridad, se repetía la operación manta. Seis, ocho, hasta diez mantas eran
repartidas entre los que pernoctaban bajo las estrellas, con temperaturas de 8,
9 y hasta 10 grados bajo cero en las gélidas madrugadas leonesas. Todo sin solución.
w Pero
en León, hay un Albergue de Transeúntes, un Hogar con permanencia más
estable…
En el Albergue, sólo pernoctan
tres días y no pueden repetir antes de tres meses. El Hogar, tú lo dices, es
para estancias más largas, está dedicado a proporcionar comida y techo a
personas, que admiten entrar en algún programa de promoción, dentro o fuera del
propio hogar.
Estas personas que permanecen en
la calle día y noche, hombres, en su mayoría, son como un reducto, refractario a todo esfuerzo de integración social. Sin
motivaciones, con la voluntad inactiva, viven ¿felices? en
ese submundo. Entienden la libertad como el ejercicio
pleno de la esclavitud a sus propias carencias, a sus nulos esfuerzos. En
general han sido mal tratadas por la vida y con un cierto deterioro
psicológico. Por supuesto, carentes o con un desarraigo total de la familia.
w O sea, son irrecuperables desde lo que
nosotras entendemos como integración social.
Sí, lo son; el solo hecho de
someterse a un horario, a unas mínimas normas de higiene, etc., les produce
rechazo, pero siguen siendo personas y la oferta, ha de ser de acuerdo con lo
que ellos demandan. Llegamos a contar en el comedor hasta diez fijos, además de
otros que de forma esporádica, dormían en la pensión de la estrella:
acurrucados en entrantes de garajes, en naves abandonadas, en casas semiderruidas, donde dejaban durante el día la manta, que a
la noche siguiente estaba mojada por la escarcha o por la lluvia, o se la
habían robado…
w Y, claro, no teníais mantas para reponer.
Sí, sí, jamás nos faltaron
mantas para dar. A principio de invierno parroquias, particulares.., nos proporcionaban mantas en
abundancia. Pero la manta no era la solución. Lo comenté con Francisco Martínez
de la Torre, presidente de la Asociación de San Vicente de Paúl. No podía creer
que tanta gente pasara las noches en la calle. Comenzó a mantener
conversaciones con Cáritas, con el Ayuntamiento, con
la Policía… Esta última no estaba de acuerdo. Ellos patrullaban y no veían
tanta gente a la intemperie, parecía una exageración
w Los pobres no se exhiben, se repliegan,
más bien ¿no?
Claro, precisamente donde
duermen los pobres, no hay patrullas de policía. Estos no hacen ruido. También
se comentó en las reuniones conjuntas de la Familia vicenciana
y se empezaron a dar pasos, que parecía iban a dar un feliz resultado, pero no
fue así.
Lo que se proponía era un simple
local, caliente, con unas butacas, abierto a todo el que llegara, al que se le
proporcionaría un café caliente y una butaca para descansar. Por supuesto, sin
exigencia de hora de entrada, sin formalizar ficha de ningún tipo, ni pedirles
documentación; solamente respeto al silencio de la noche, para facilitar el
descanso de todos. Lo mínimo del programa llamado: CALOR Y CAFÉ.
La Concejala de bienestar Social
del Ayuntamiento de León, sensible a la situación, se ofreció a colaborar. Por
este tiempo el Ayuntamiento tenía los locales de una antigua Guardería,
totalmente infrautilizados y se propuso que podía ser ese lugar, con unos mínimos
arreglos. También el Ayuntamiento estaba dispuesto a proporcionar un vigilante
nocturno. Cáritas, los Franciscanos Capuchinos, la
Familia vicenciana…, la Asociación Leonesa de
Caridad, estudiaron las formas de colaboración…, pero de pronto como en el
cuento de la lechera, el cántaro se rompió.
w ¿Por qué?
El Director de uno de los grupos
implicados en la atención a transeúntes, comenzó a ver gigantes, en lugar de
molinos de viento… De tal manera fue influenciando, que el proyecto se
resquebrajó y se vino abajo. Hace de esto alrededor de tres años.
w ¿Todos
os retirasteis resignados?.
No, no hubo resignación,
simplemente aceptación de unos hechos. Por parte de los Grupos sensibilizados: Cáritas, los PP. Franciscanos, la Familia vicenciana, la Asociación Leonesa de Caridad, continuaron
los intentos. En ese tiempo cambió la Concejala de Servicios Sociales y la
nueva ya no fue tan fácil a la colaboración.
w Tres
años de lucha, suponen mucha constancia y mucho convencimiento en torno al
proyecto.
Estábamos convencidos. Dentro de
la Familia vicenciana no hubo fisuras y siempre el
deseo de seguir adelante. Así que, las solas fuerzas de Iglesia, comenzamos a
buscar soluciones por nuestra cuenta. Nada perdíamos
con el intento… Si no cuajaba, nos retirábamos, sin más.
w Así seguisteis caminando y por fin…
Esto mejor te lo cuentan ya los
que han intervenido en la fase final, por ejemplo Sor Consuelo Bujidos, Responsable del Hogar de San Vicente.
2.– HACIA UNA
FELIZ REALIDAD
w Cuéntanos
Sor Consuelo, el último combate.
Pues, vista la experiencia, los
grupos implicados, decidieron acoger el proyecto como suyo, al margen de toda
otra opinión contraria y prescindiendo, en principio de apoyo oficial.
La parroquia de San Martín había
heredado una casa, en la calle Plegaria, 6, cuyos bajos los tiene cedidos a Cáritas Diocesana, para reuniones de Alcohólicos anónimos y
de Emigrantes. Cáritas ofreció este local, aunque
pequeño, apenas 25 metros cuadrados, para empezar la fase experimental.
w Bueno, pues, ya es importante, que
tuvieseis local para empezar y después…
Después, se hicieron unos
arreglos mínimos de acondicionamiento. No se pudieron poner butacas, por lo
reducido de la estancia, pero también Cáritas
consiguió una solución: los inmigrantes que trabajan en sus talleres hicieron
unas sillas, bisagra, que se abren y permiten el descanso en horizontal. El
voluntariado vicenciano se ofreció para las tareas de
limpieza del local y su mantenimiento…; los PP. Paúles, para pasar la noche, las Hijas de la
Caridad, para coordinar las tareas de cada día…, la Asociación de San Vicente
de Paúl para respaldar los gastos ocasionales y otros… En el Taller
ocupacional del Hogar de San Vicente de Paúl se hicieron unos armaritos para sus mochilas y otro para el office, donde colocar el café, las galletas…; o sea, la pequeña despensa.
w Preparado todo, hicisteis la publicidad
adecuada…
Según a lo que llames
publicidad. A los pobres, de todos conocidos, que iban a frecuentar el lugar,
se lo dijimos personalmente… Cuando fueron, quedaron encantados y se
apuntaron. Lo inauguraron: Ramón, Ferro, Santiago. Fueron los tres primeros.
Ahora se cubren todas las plazas: once en total.
w Si
las plazas sobrepasan…, si el local es tan precario…, más tener que compartirlo
con un grupo que lo ocupa de día.., ¿no son demasiados inconvenientes?
Ha sido para empezar. Ninguno de
los grupos piensa en este local como definitivo. Principalmente la Asociación
de San Vicente de Paúl, está intentando conseguir otro lugar más amplio, no
tanto para aumentar plazas, cuanto para tener espacio que permita un mobiliario
más acorde con la noche.
w Y ¿el acompañamiento? Porque serán
personas conflictivas.
De día, quizás; de noche, lo
único que quieren es dormir. De todas formas, hay tres personas que comenzaron
turnándose, pero eso te lo cuenta mejor el P. Iñaqui,
sacerdote Paúl.
3. SABOREANDO EL
REGALO DE REYES
w Cuéntame Iñaqui,
tu experiencia, desde que comenzó a funcionar CALOR Y CAFÉ.
La noche del 10 de diciembre fue
la primera. Algo así como un adelanto del regalo de Reyes. Al principio iba
todas las noches. Ahora, ya estamos más organizados: Un novicio de los PP.
Capuchinos hace las noches de lunes a jueves, de 12 de la noche a 9 de la
mañana. Hasta las doce, así como viernes, sábado y domingo, alternamos: PP.
Carmelitas, Padres Maristas, Salesianos, Clero diocesano, Delegado de pastoral
juvenil diocesana, Cáritas, PP. Paúles, algún
joven…
w Es
precioso, que haya tantas personas comprometidas y de procedencia tan diversa,
aunque veo que todo es gente de Iglesia… ¿Cómo ha sido para implicar y
aglutinar tantas fuerzas en torno a un proyecto?
Quizás, por sensibilidad a una
realidad que nosotros, la gente de Iglesia, como tu dices, no obviamos, sino
que asumimos por muy cruda que sea.
w Personalmente ¿te resulta difícil la
experiencia?
En absoluto. Creo que ha sido una
decisión providencial. Desgraciadamente, no nos habíamos equivocado. Las plazas
calculadas por Sor Sabina, pernoctando en la pensión de la Estrella, las
hemos acaparado en CALOR Y CAFÉ. Son precisamente once. No caben más. El local
es pequeño, compartido con las necesidades de otro grupo, como te indicó Sor
Consuelo, pero estamos contentos. Personalmente, lo vivo como un reto de mi
vocación. Este mundo del transeuntismo, de los pobres
pobres, carentes de todo, fue mi primer enganche vicenciano,
que hizo derivar mi vida hacia los Sacerdotes de la Misión.
w Pero y, ¿la financiación? Será costosa.
Como te hemos indicado,
decidimos prescindir de las ayudas oficiales, que condicionaban la puesta en
marcha, pero no quiere decir que no hayamos seguido insistiendo, mostrando ya
la realidad de la noche a quien quiera verla y procurando comprometer a todas
las fuerzas sociales.
Una respuesta oficial, ha sido por
parte del Ayuntamiento, que se ha hecho cargo de la limpieza y mantenimiento de
local, que comenzaron haciendo las Voluntarias vicencianas
y la Asociación de la Medalla Milagrosa. Del mismo Ayuntamiento estamos
esperando, para el corriente año, una subvención.
El café, la leche, las pastas…,
además de ser un gasto mínimo, no hay problema, nos surte el Hogar de San
Vicente de Paúl, dependiente de la Asociación de San Vicente, cuya responsable
es Sor Consuelo Bujidos. Los vasos, las cucharillas.., son desechables y las servilletas, de papel.
w Cuéntanos Iñaqui, cómo es el perfil
de los usuarios de Calor y Café.
En general, más bien en su
totalidad, son personas desarraigadas familiar, geográfica y socialmente. De
mentalidad anárquica, no se someten a ninguna norma, por mínima que sea.
Su salud física totalmente
alterada por la forma de vida: alcohólicos crónicos, con problemas de
cirrosis… Yonquis con
anticuerpos de Sida o con el síndrome avanzado, algunos, con los días contados.
Fáciles a incorporar todo tipo de enfermedades: tuberculosis, neumonías,
herpes…
Psíquicamente, son personas
desestructuradas, con un deterioro mental grande. Es el mayor inconveniente,
para pedirles un mínimo de normalidad en sus comportamientos, toda vez, que, o
se resisten a un tratamiento psiquiátrico o no lo siguen por otras razones de
control.
En positivo, tienen unos valores
innegables: son solidarios, receptivos, comunicativos, sensibles a los temas
religiosos; les gusta ser escuchados; necesitan hablar, desahogar, tienen una
carga negativa que la vida ha ido depositando, como un poso oscuro, en su corazón. Cuando este poso
se remueve, mejor no tocarlos, pero cuando está en reposo, aflora todo la
bondad, todos los sentimientos que el hombre alberga en su corazón.
w Y, ¿cómo es el día a día, o mejor la noche a
noche?
El peor momento es el de la
llegada entre 9 y 11 de la noche. Están mal, han
rodado todo el día… Han bebido para olvidar o para calentar o porque
algo tienen que hacer y no saben hacer otra cosa.
Es un momento delicado y
decisivo, para que el resto de la noche sea tranquilo. Unos van directamente a
acostarse, otros esperan. Tenemos una pequeña salita, con una televisión;
mientras toman el café y van entrando en calor, la cercanía y a veces, el sentarte a su lado en silencio, va serenando su ánimo.
Después, pueden entrar solos en el terreno de las confidencias y vomitar todo
lo que les está haciendo daño en su interior. Poco a poco viene la calma.
Otras veces no es tan fácil, hay
reacciones agresivas, incluso muy agresivas… En esos casos hay que hacer uso
de todos los recursos que el sentido común te dicta y dejar de lado la cara
amable, para hacer valer unas mínimas exigencias de respeto al lugar y a las
personas que lo habitan.
w En su perfil has destacado que son receptivos y sensibles a
los temas religiosos…
Bueno he dicho mal, no a los
temas religiosos, sino a lo que supone trascendencia, espiritualidad.
Para entenderlo nos tenemos que
situar en su mundo, en su mentalidad, en su estilo. A su modo tienen un sentido
de la trascendencia. Blasfeman, pero paradójicamente invocan a Dios en
determinados momentos. Esos son los que aprovechamos para una catequesis
ocasional. Para mi son momentos muy gratificantes,
porque se revela en ellos toda la hermosura interior, que el mal trato de la
vida no les deja aflorar habitualmente.
w O sea, hacéis una cura del espíritu, una sanación,
y los cuerpos…
Sí, también los cuerpos; con
alguna frecuencia llegan descalabrados, o con otro tipo de heridas. Ahora mismo
uno de ellos, tiene un horrible llaga en la pierna,
curarle cada día es una obra de artesanía y una buena prueba por el olor que
despide. No admite centros de salud, ni hospitales, además tiene los días
contados. Padece sida en fase muy avanzada. Aquí se deja curar y es un momento
bellísimo, para las confidencias y la evangelización en el
cara a cara y corazón con corazón. Yo me siento evangelizado y también un poco
avergonzado. ¡Qué fácil debería ser para mí ser bueno!
w ¿Valoran de alguna manera esta alternativa?
Algunos sí, dicen que nunca
habían saboreado un hotel de cinco estrellas. En su valoración, no entra el
qué: las comodidades, el espacio…, sino el cómo, es decir, las mínimas
exigencias para pernoctar, poder mantener
su independencia y el respeto a su identidad.
Otros no; están demasiado
deteriorados. Usan y tiran. Vienen y van. Entran y salen.
w ¿Conflictos nocturnos, quejas de vecinos…..?
No ha habido ninguna queja de
vecinos. Tampoco algaradas ni ruidos por parte de los usuarios, ni
intervenciones policiales. De momento no contamos con vigilante nocturno, pero
los que pasamos la noche allí disponemos de un móvil, para posibles
emergencias, principalmente de enfermedad…, que son las que hasta ahora hemos
tenido. La Policía, las Ambulancias, los Centros de salud…, conocen el
pequeño recinto, saben que son personas con un alto índice de riesgo a todos
los niveles.
Además, a un lado y a otro de
nuestra casa hay dos discotecas, que hacen bastante ruido y que alteran más el silencio de la
noche.
4. OTRA
PERSPECTIVA DE ALCANCE INMEDIATO
El Presidente de la Sociedad de
San Vicente de Paúl, D. Francisco Martínez de la Torre, está dando pasos en
orden a un local con más capacidad. Hay uno previsto, de 160 metros cuadrados, muy
cerca del actual, pero hay que saber los Estatutos de la comunidad, para evitar
problemas posteriores. Con éste u otro, la Familia Vicenciana
está decidida a seguir adelante.
w ¿Qué cabida os calculáis que podría ser?
No muchas más plazas, pero sí contar con las debidas instalaciones sanitarias: duchas, servicios…,
office… Y sobre todo, acomodar bien a los
usuarios, dotarlo de mobiliario adecuado y también estudiar alguna plaza para
mujeres.
w Muchas gracias: Sor Bacaicoa, Sor Bujidos y a ti P. Iñaqui. Que Dios bendiga vuestros esfuerzos y que todo vaya
mejorando en beneficio de los pobres.
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