Núm 12, 1-13; Sal 50; Mt 14, 22-36.
“Mándame ir a ti caminando sobre el agua”
Otra vez nos encontramos con nuestro amigo Pedro, pero ahora con uno de sus “impulsos” y su atrevidas iniciativa que es provocada, sin duda, por el seguimiento de Jesús.
Un Pedro que se abandona –tal vez en su incipiente fe– al poder de Jesús y que le hace expresar esta oración de petición: “Mándame ir a ti”.
Otra manera de hacer esta oración sería: “Señor, dame necesidad de ti”. Y cuando esto sucede, seguramente las cosas que nos toca realizar ya no las haremos por obligación o por ley, sino por puro amor. Los laicos comprometidos de corazón con Jesús, ya no esperan a que les pidan o les digan qué hacer. Al contrario, buscan siempre la manera de adelantarse y toman la iniciativa para realizar obras siempre más grandes y sorprendentes.
Los buenos líderes que nos encontramos en las misiones o en las comunidades, nos sorprenden cuando de manera creativa hacen que sucedancosas nuevas y diferentes.
Y, aunque uno se pueda equivocar, uno crea o inventa otras maneras de hacer las cosas. Decía San Vicente de Paúl: “El amor es creativo e inventivo hasta el infinito”.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Servando Sánchez Ayala, cm
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