Evangelio y Vida para el 3 de marzo de 2017

por | Mar 3, 2017 | Evangelio y Vida, Formación, Reflexiones | 0 comentarios

evangelio_y_vida

Is 58, 1-9; Sal 50; Mt 9, 14-15.

“A un corazón contrito, Señor, no los desprecias”

Por un lado, Dios a través del profeta Isaías (58, 3) reclamará al pueblo de Israel sobre su intención de ayunar: sólo para inclinar la cabeza… ¿acaso sólo es un día para que el hombre se mortifique?… “ayunan para pelear y reñir… y en ese mismo día hacen negocios y explotan a sus obreros”. Por el otro lado, el pueblo de Israel recriminará a Dios: ¿para qué ayunamos, si no lo tomas en cuenta? Es posible que nos encontremos en esta misma dinámica de vida y recriminemos a Dios porque nuestros ayunos no nos favorecen, mientras que Dios recrimina nuestro ayuno infructuoso.

El ayuno no consiste en provocarse sufrimiento sin sentido o sin razón, esto no agrada a Dios.

En todo caso, y la clave del sentido del ayuno lo explica Dios en Isaías 58, 6-7, consiste en una actitud de vida, donde fundamentalmente, el Otro recibe algo de mi: …poner en libertad, romper la atadura… compartir el pan… dar refugio, vestir… El ayuno, sobre todo, está encaminado a que dejamos de pensar en nosotros mismos, dejemos de “darle rienda suelta” a nuestros deseos e intenciones por encima de personas, y exige de nosotros la mortificación personal necesaria para lograr un bien al Otro por encima de nosotros mismos.

La Iglesia enseña que el ayuno ayuda a fortalecer el espíritu, fortalece la capacidad de decisión.

Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Rubén Darío Arnaiz, C.M.

Etiquetas:

0 comentarios

Enviar comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

homeless alliance
VinFlix
VFO logo

Archivo mensual

Categorías

Sígueme en Twitter

colaboración

Pin It on Pinterest

Share This
FAMVIN

GRATIS
VER