Un esquema para la Celebración inaugural de los 400 Años del Carisma Vicenciano

por | Ene 12, 2017 | Formación, Reflexiones | 0 comentarios

La Comisión Interprovincial nombrada por los Visitadores de las Provincias de la Congregación de la Misión en España, para la preparación del 400 Aniversario del carisma vicenciano, nos sugieren un esquema que se puede utilizar para una Eucaristía inaugural del Año Jubilar en el 400 aniversario del carisma vicenciano, alrededor de la fiesta de la conversión de san Pablo (25 de enero):

Llamados a evangelizar

Guión para la Eucaristía
(En torno al 25 de enero de 2017, celebración de la conversión del apóstol san Pablo)

Celebración de la Eucaristía

Ambientación

Sed todos bienvenidos. Hoy nos reunimos para celebrar dos acontecimientos: el aniversario del “primer sermón de la Misión” de san Vicente de Paúl y el inicio del año jubilar del 400 aniversario del carisma vicenciano. El primero es historia; el segundo es presente y mira al futuro.

En Folleville, hace hoy 400 años, san Vicente predicó lo que él mismo catalogó como “su primer sermón de la Misión”, echando a rodar la intuición misionera que lo acompañó toda su vida y que nos trasmitió a sus seguidores. Aunque éste acontecimiento es historia, queremos convertirlo en acontecimiento de futuro y en profecía, porque debe ser el punto de partida para avivar nuestro servicio misionero.

También iniciamos el año del 400 aniversario del carisma vicenciano. En él deseamos unirnos más intensamente como Familia Vicenciana, renovar nuestro espíritu misionero y hacernos más útiles para la evangelización y el servicio a los pobres y marginados.

Que esta celebración se nos transforme en profecía. Ponemos bajo la protección del Señor este año vicenciano y a todos los miembros de la Familia Vicenciana en todo el mundo. Que san Vicente de Paúl nos alcance del Señor que este año produzca muchos frutos de renovación y compromiso con los pobres.

Canto de entrada

Sugerencias:

  • El Señor nos llama y nos reúne (CLN, A5. A. Taulé)
  • Vienen con alegría (C. Gabaráin)

Antífona de entrada (2 Tim 1, 12; 4, 8)

Sé de quién me he fiado y estoy firmemente persuadido de que tiene poder para asegurar hasta el último día, en que vendrá como juez justo, el encargo que me dio.

Se dice o canta el Gloria

Oración colecta

Señor Dios nuestro,
principio y corona de la vocación humana,
que, en su conversión, elegiste al apóstol Pablo para llevar tu nombre al mundo
y por el celo de san Vicente de Paúl
suscitaste en este día una familia espiritual para la evangelización de los pobres,
concédenos seguir fielmente el camino de tu llamada,
e imitando la acción laboriosa del apóstol de las gentes,
anunciar con valentía el evangelio de la verdad y la paz.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Liturgia de la Palabra

Monición a las lecturas

Jesús siempre sale al paso. Le salió a Pablo en su camino a Damasco y le salió a Vicente de Paúl en Folleville. Ambos encuentros fueron inesperados, pero fulminantes. A Pablo lo mandó a predicar el Evangelio a los que no pertenecían al pueblo judío. A Vicente lo envió a predicar y a servir a las pobres gentes del campo. Un encuentro transformador y un mandato inapelable: “Id y proclamad el Evangelio”.

¿Quién quita que el Señor no se cruce hoy en nuestro camino e imprima a nuestras vidas la dimensión que tanto hemos deseado y buscado y que aún no hemos encontrado? Escuchemos con atención lo que Él quiere decirnos.

Primera lectura: Lectura de los Hechos de los Apóstoles (Hch 9, 1-22)

En aquellos días, Saulo seguía echando amenazas de muerte contra los discípulos del Señor. Fue a ver al sumo sacerdote y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, autorizándolo a traerse presos a Jerusalén a todos los que seguían el nuevo camino, hombres y mujeres.

En el viaje, cerca ya de Damasco, de repente, una luz celeste lo envolvió con su resplandor. Cayó a tierra y oyó una voz que le decía: – “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?”.

Preguntó él: – “¿Quién eres, Señor?”.

Respondió la voz: – “Soy Jesús, a quién tu persigues. Levántate, entra en la ciudad y allí te dirán lo que tienes que hacer”.

Sus compañeros de viaje se quedaron mudos de estupor, porque oían la voz, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo y, aunque tenía los ojos abiertos, no veía. Lo llevaron de la mano hasta Damasco. Allí estuvo tres días ciego, sin comer ni beber. Había en Damasco un discípulo que se llamaba Ananías.

El Señor lo llamó en una visión: – “Ananías”.

Respondió él: – “Aquí estoy, Señor”.

El Señor le dijo: – “Ve a la calle Mayor, a casa de Judas, y pregunta por un tal Saulo de Tarso. Está orando, y ha visto a un cierto Ananías que entra y le impone las manos para que recobre la vista”.

Ananías contestó: – “Señor, he oído a muchos hablar de ese individuo y del daño que ha hecho a tus fieles en Jerusalén. Además trae autorización de los sumos sacerdotes para llevarse presos a todos los que invocan tu nombre”.

El Señor le dijo: – “Anda, ve, que ese hombre es un instrumento elegido por mí para dar a conocer mi nombre a pueblos y reyes, y a los israelitas. Yo le enseñaré lo que tiene que sufrir por mi nombre”.

Salió Ananías, entró en la casa, le impuso las manos y dijo: – “Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció cuando venías por el camino, me ha enviado para que recobres la vista y te llenes de Espíritu Santo”.

Inmediatamente se le cayeron de los ojos una especie de escamas y recobró la vista. Se levantó y lo bautizaron. Comió, y le volvieron las fuerzas. Se quedó unos días con los discípulos de Damasco, y luego se puso a predicar en las sinagogas, afirmando que Jesús es el Hijo de Dios.

Los oyentes quedaban asombrados y comentaban: – “¿No es éste el que enseñaba en Jerusalén contra los que invocan ese nombre? Y había venido aquí precisamente para llevárselos presos a los sumos sacerdotes”.

Pero Pablo se creía y tapaba la boca a los judíos de Damasco demostrando que Jesús es el Mesías.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial (Sal 116,1.2)

Id al mundo entero y proclamad el evangelio

Alabad al Señor todas las naciones,
aclamadlo todos los pueblos. R.

Firme es su misericordia con nosotros,
su fidelidad dura por siempre. R.

Aleluya (Cf. Jn 15, 16)

Yo os he elegido del mundo, para que vayáis y deis fruto y vuestro fruto dure, – dice el Señor–.

Evangelio: Lectura del santo Evangelio según san Marcos (Mc 16, 15-18)

En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo:

Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer, será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos, y si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos y quedarán sanos.

Palabra del Señor.

Oración de los fieles

Presentemos al Señor las necesidades de la Iglesia, de toda la sociedad y de un modo especial las angustias y los sufrimientos de los más pobres por intercesión San Vicente, cuya glorificación celebramos. Que Dios, Padre bondadoso, derrame sus bendiciones sobre todos nosotros.

Respondemos: Por intercesión de san Vicente, te lo pedimos, Señor.

Por el Santo Padre, el Papa Francisco, para que, alentado por la fuerza del Espíritu e impulsado por el amor de Jesucristo, mantenga viva en la Iglesia la fe en la misericordia del Señor y el compromiso con los necesitados. Roguemos al Señor.

Por intercesión de san Vicente, te lo pedimos, Señor.

Para que la Iglesia, inundada por la luz del Evangelio, ilumine las oscuridades de nuestra sociedad y la ceguera de nuestros egoísmos. Roguemos al Señor.

Por intercesión de san Vicente, te lo pedimos, Señor.

Para que los dirigentes políticos de todo el mundo y de nuestro país encuentren las fórmulas eficaces para resolver las necesidades de los más débiles y marginados. Roguemos al Señor.

Por intercesión de san Vicente, te lo pedimos, Señor.

Por los misioneros paúles, para que este cuarto centenario del “primer sermón de la Misión” les llene de abundantes bendiciones y vocaciones misioneras. Roguemos al Señor.

Por intercesión de san Vicente, te lo pedimos, Señor.

Por las Voluntarias de la Caridad, elegidas para reflejar la bondad de Dios, para que el cuarto centenario de su fundación llene de entusiasmo sus corazones y avive su servicio abnegado y generoso. Roguemos al Señor.

Por intercesión de san Vicente, te lo pedimos, Señor.

Para que el Señor, a todas las ramas de la Familia Vicenciana, nos conceda el don de nuevas vocaciones, a fin de que el servicio y la atención a los pobres, al estilo de san Vicente, se perpetúe en la Iglesia. Roguemos al Señor.

Por intercesión de san Vicente, te lo pedimos, Señor.

Para que los ancianos, los abandonados y los pobres, que acuden a los distintos servicios que ofrece nuestra Familia Vicenciana, encuentren siempre una acogida afectuosa y un servicio incondicional. Roguemos al Señor.

Por intercesión de san Vicente, te lo pedimos, Señor.

Derrama, Señor, tus bendiciones y tu protección continua, sobre nosotros, sobre nuestros centros y ministerios y sobre los que acuden a nosotros pidiendo nuestra ayuda. Por Jesucristo Nuestro Señor.

Liturgia eucarística

Presentación de ofrendas

Sugerencias para la procesión de ofrendas

  • Lámpara (evangelio del Señor para san Pablo, san Vicente y para nuestro camino)
  • Cartel del 400 aniversario Carisma Vicenciano
  • Sandalias (signo de nuestro acompañar a los pobres)
  • Pan y vino

Canto de ofrendas

Sugerencias:

  • Bendito seas, Señor (CLN, H5. F. Palazón)
  • Este pan y vino, Señor (CLN, H4. C. Erdozáin)

Oración sobre las ofrendas

Al celebrar, Señor, este santo sacrificio,
haz que nos ilumine el Espíritu Santo
con la luz de la fe
que impulso siempre al apóstol san Pablo
a la propagación de tu Evangelio.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio

V/ El Señor esté con vosotros.

R/ Y con tu espíritu.

V/ Levantemos el corazón.

R/ Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V/ Demos gracias al Señor, nuestro Dios.

R/ Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar
Señor, Padre Santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.
Porque has cimentado a tu Iglesia
Sobre la roca de los Apóstoles,
Para que permanezca en el mundo
Como signo de santidad
señale así a todos los hombres
El camino que nos lleva hacia Ti.
Por eso, Señor, con los ángeles
te alabamos ahora y siempre
diciendo con humilde fe:

Santo, santo, santo…

Plegaria Eucarística

V/c: Jesús modelo de caridad, o bien

V/b: Jesús, nuestro camino

Antífona de comunión (Gal 2, 20)

Vivo de la fe en el Hijo de Dios, que me amó hasta entregarse por mí.

Canto de comunión

Sugerencias:

  • Id y enseñad, Sois la semilla (CLN, 409. C. Gabaráin)
  • Andando por el camino (CLN, 025. J. Madurga)

Oración después de la comunión

Te pedimos, Señor Dios nuestro,
Que los sacramentos que hemos recibido
Nos enciendan en el fuego de amor,
Que abrasaba el corazón de san Pablo
Y lo impulsaba al servicio de todas las Iglesias.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración del 400 Aniversario del Carisma Vicenciano

(Tras la oración de comunión, o bien a la salida, puede distribuirse la estampa oración)

Señor, Padre Misericordioso,
que suscitaste en San Vicente de Paúl
una gran inquietud por la evangelización de los pobres,
infunde tu Espíritu en los corazones de sus seguidores.
Que, al escuchar hoy el clamor de tus hijos abandonados,
acudamos diligentes en su ayuda
“como quien corre a apagar un fuego”.
Aviva en nosotros la llama del carisma
que desde hace 400 años
anima nuestra vida misionera.
Te lo pedimos por tu Hijo,
“el Evangelizador de los pobres“,
Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Bendición solemne

El Dios que os ha edificado
sobre el cimiento de los apóstoles,
por la intercesión gloriosa de san Pablo
os llene de sus bendiciones. Amén
El que os ha enriquecido con la palabra
Y el ejemplo de los apóstoles
Os conceda su ayuda
Para que seáis testigo de la verdad ante el mundo. Amén
Para que así obtengáis la heredad del reino eterno,
por la intercesión de los apóstoles
por cuya palabra os mantenéis en la fe. Amén
Y la bendición de Dios todopoderoso
Padre, Hijo + y Espíritu Santo,
descienda sobre vosotros. Amén.

Canto final

Sugerencias:

  • Enséñanos a amar, Vicente de Paúl
  • Himno del 400 aniversario: Ven aquí, se bienvenido

A la salida (si no se ha hecho antes) se reparte la estampa oración.

Etiquetas: famvin400

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