Dos temas —continuidad y renovación— emergen del estudio de las vidas de san Vicente de Paúl y de Federico Ozanam.
El segundo: la RENOVACIÓN.
Federico Ozanam sí fue un hombre extremadamente sensible al cambio social. No sólo es sensible al cambio, sino también a la idea de que el cambio social plantea al cristiano un revisión de sus modos de entender la fe, para que también ante el cambio social pueda seguir la antigua fe actuando como levadura en la sociedad nueva: “La cuestión que agita hoy al mundo no es ni una cuestión de personas, ni una cuestión de formas políticas, sino una cuestión social. Es la lucha de los que no tienen nada y de los que tienen demasiado; es el choque violento de la opulencia y de la pobreza…El deber de nosotros, los cristianos, es interponemos entre esos enemigos irreconciliables y hacer que la igualdad llegue a conseguirse en cuanto es posible entre los hombres, y que la caridad haga lo que la justicia sola no sería capaz de hacer” (Lettres, I 239).
¿Estás atento a los signos de los tiempos, y ayudas a renovar el espíritu vicenciano?
Lee el apartado de «renovación» del artíclo de Jaime Corera, C.M., «Continuidad y renovación del Espíritu Vicenciano: el beato Federico Ozanam«, y reflexiona en esta pregunta durante tu tiempo de oración personal. Decir #YoSoyVicente or #YoSoyFederico también significa meditar sobre sus vidas.
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