Día de Oración y Ayuno Vicentino: martes 26 de julio de 2016

por | Jul 26, 2016 | Reflexiones | 0 comentarios

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Día Vicentino de ayuno y oración
Martes 26 de julio de 2016

¿Quién dice Dios que es usted? — Abotónese el discipulado — Poderosa transformación — Cante una nueva, alegre canción

¿Quién dice Dios que es usted? — Yo sé que no estoy sola en lo que hago. Yo se que Dios está conmigo. A veces necesito Su seguridad, así que me siento en un lugar tranquilo y tengo una cordial conversación con Dios. Dios siempre nos guía a usted y a mí. Yo regreso a Él para buscar consejo y para saber exactamente qué es lo que Él quiere que haga. Necesitamos al Espíritu Santo en todo lo que hacemos y especialmente si Dios no ha llamado a Su plan. Debemos pedirle al Espíritu Santo que esté con nosotros siempre. Pedimos que este siempre que nosotros y nos de los consejos que necesitamos. Cuando visitamos a los más necesitados estamos resonando un sí y podemos sentir el paraguas de la gracia. ¡Podemos gritar Aleluya con alegría! Nuestro Señor está con nosotros, así como el Espíritu Santo y Jesús está enviando Sus ovejas y nosotros Lo estamos sirviendo en los que sufren la pobreza. A veces pensamos que la tenemos difícil porque tenemos que amar y servir. Es difícil amar algunas de las ovejas, pero cuando vemos a Jesús en ellas, se hace más fácil. También podemos pedirle guiatura a la Virgen. Imagínese su trauma cuando supo que estaba embaraza del Hijo de Dio y ni siquiera estaba casada. Aun así ella dio el “sí” y en perfecta obediencia, sirvió a Dios con la mayor esperanza. No debemos olvidar que San José estuvo a su lado y criaron a Jesús, el Hijo de Dios, juntos. Si, ellos son modelos de vida y debemos rezar para que nos ayuden en nuestro trabajo. Dios nos diseñó a nosotros y a los pobres que servimos para ser Sus hijos conservados en la gloria. Muchas veces estamos heridos y colgando de un salvavidas y de repente vemos Su luz y escuchamos Su voz guiándonos. Nunca olvide, Él nos ha llamado y nunca nos abandona. Quédese cerca de Él y sepa que quiere Él que usted sea, y hágalo bien. Cuando las cosas lo saturan, levante la mira y llámelo. El quiere mostrarle el camino. El quiere que usted use las palabras correctas y comparta Su misericordia con todos lo que sirve. ¿Sabe usted quien dice Dios que usted es? ¿Sabe usted que es lo que Él quiere que usted sea? Hable un poco con Él y las cosas estarán bien.

Abotónese el discipulado — Jesús nos llama y nos pide que vayamos en pareja y oremos. Sé que este es un título extraño, pero mientras leía las Escrituras la semana pasada, sentí cierta queja y desorden. Aunque no ere demasiado, me hizo pensar en abotonar un suéter. ¿Alguna vez ha terminado un trabajo y se ha dados cuento de las cosas salieron regulares porque salto el primer botón  y necesita empezar otra vez? Jesús es nuestro primer botón y estamos llamados a cumplir Su voluntad; no la nuestra. Necesitamos abotonar correctamente. Una de las Escrituras que me vino a la cabeza fue la de Marta y María. María se sienta a los pies de Jesús y escucha cada una de sus palabras. Marta estaba ocupada preparando comida en la cocina. Marta se acerca a Jesús y se queja de que ella está haciendo todo el trabajo y María no estaba haciendo nada. Jesús le dijo a Marta que María estaba haciendo lo correcto. Que ella había elegido bien. También indico que Marta estaba haciendo correctamente lo que estaba haciendo. Pero volviendo a los botones, yo pienso que debemos acercarnos a Jesús en oración para asegurarnos de que hemos elegido el camino correcto, y este será el que nos hizo Jesús. Debemos no solo escuchar a Dios, sino también a los que servimos. No debemos quejarnos si estamos en el camino de Dios, pero debemos hablar con Él el mayor tiempo posible, aunque sea silenciosamente durante muestras reuniones, y sabremos las respuesta correctas, y estaremos bien abotonados. Debemos sacar tiempo para la oración. Somos discípulos y no estamos solos.

Cante una nueva, alegre canción — ¿Necesita un aprueba de la ayuda de Dios? La resurrección de Cristo es la prueba de que Dios tiene el poder y el deseo de redimir aun en las peores situaciones. Con la resurrección, Dios nos ha garantizado la gracia de descubrir la presencia salvadora a través de nuestra vida y el servicio. Debemos buscar a Jesús sobre todas las cosas. A mí me encanta cantar, aunque nos soy muy buena cantante, pero canto muy alegremente. No muchos se quejan. Todos debemos cantar para alabar al Señor. Frecuentemente mis cantos son oraciones. Le pido a Dios que me ayude a cantar oraciones y a llevar alegría a los que sirvo. Pero cuando Le pido que abra mi boca, es para más que dar gracias. Es por valentía, para dar le mensaje correcto a los pobres y para usar esas palabras para hacer el trabajo que Él me ha llamado a hacer. Cantar tanto como orar lo preparara adecuadamente para la visita. Estoy bendita por su amor.  Por favor, Señor, déjame lograr esto. Rezo para no juzgar; sino amar y servirte en los pobres. Debemos aprender mucho más de lo que es Dios. Si Jesús estuvo dispuesto a morir tan dolorosamente y a  morir por nosotros, ¿no hará todo lo demás que necesitamos de Él? Si el Padre nos amó tanto que resucitó a Jesús de la muerte para que pudiéramos ir con Él al cielo, ¿no nos dará también cada bendición que necesitemos aquí en la Tierra? Así que alábelo en cada persona que Él pone frente a nosotros. “¡Cante un canto nuevo al Señor, cantando Aleluya!”

Bendiciones, hermanos,
Lynn

 

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