Evangelio y Vida para el 19 de noviembre de 2015

por | Nov 19, 2015 | Evangelio y Vida, Reflexiones | 0 comentarios

evangelio_y_vida

1 Mac 2, 15-29; Sal 49; Lc 19, 41-44.

Al divisar la ciudad, lloró por ella

Hay una tristeza que nace del amor (perdido o no hallado). Y las lágrimas son las desoladas perlas de ese desencuentro. Jesús se duele por Jerusalén, como por una esposa infiel.

“Ojalá reconocieras lo que te lleva a la paz, pero… no reconociste el momento en que fuiste visitada por Dios”.

¡Cuántas lágrimas le costamos! ¡Cuánta amorosa paciencia y misericordia! ¡Cuántas oportunidades desperdiciadas! En lugar de escribir “Jerusalén”, puedo escribir mi nombre, y dolerme por el dolor que le causo. Él quiere nuestro bien, no quiere que terminemos cercados, perdidos y derribados. Jesús llora por su pueblo y sus lágrimas son para nosotros dolidas y actuales preguntas: “Pueblo mío, qué te he hecho, en qué te he ofendido, respóndeme”…

El filósofo judío Otto Weininger, suicidado muy joven, escribió: “En Israel se dio la posibilidad máxima de que ha dispuesto un pueblo: la posibilidad de Cristo”. Y ésta misma es tu posibilidad, y la mía. Él sigue llamando a la puerta, ¿no lo oímos?

¡Qué dicha si respondemos bien! Qué bien si abandonamos los viejos escombros, las sombras, las peleas, los repetidos descuidos y sorderas. Que Jerusalén nos sirva para no repetir la tristeza de su rechazo. ¡Danos, Señor, esa gracia!

Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Honorio López Alfonso, C.M.

Etiquetas:

0 comentarios

Enviar comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

homeless alliance
VinFlix
VFO logo

Archivo mensual

Categorías

Sígueme en Twitter

colaboración

Pin It on Pinterest

Share This
FAMVIN

GRATIS
VER