Y al octavo día, Dios miró hacia el Condado de San Mateo, y dijo: «Necesito un cuidador.» Así que Dios creó a un Vicenciano.
Dios dijo: «Necesito a alguien dispuesto a dar de comer al hambriento y dar de beber al sediento.» Así que Dios creó a un Vicenciano.
«Necesito a alguien que acoja al extranjero, que vista al desnudo, que ayude a los enfermos y visite a los presos.» Así que Dios creó a un Vicenciano.
Dios dijo: «Necesito a alguien dispuesto a sentarse toda la noche con un amigo en necesidad. Alguien que ore, llore, ría, cuide y tenga compasión hacia el prójimo.» Así que Dios creó a un Vicenciano.
Dios dijo: «Necesito a alguien lo suficientemente fuerte como para ayudar a nuestros hermanos y hermanas en crisis, que preste atención al Espíritu, que se lamente, que sea humilde, que perdone, que sea un agente de paz.»
«Alguien que vaya a los pobres, que sirva a los que más lo necesitan, que ame y ayude a los demás, que haga el bien y, sobre todo, que vea a Cristo en el rostro de los pobres.» Así que Dios creó a un Vicenciano.
(Parafraseando a Paul Harvey – ¡gracias por la inspiración!)
Tomado de http://svdpsm.org/blog-posts/god-made-a-vincentian, web de la Sociedad de San Vicente de Paúl en el condado de San Mateo, California
Traducción: Javier F. Chento
Muy bonito el parafraseado.
Javier, muchas gracias por todos los contenidos que pones en FAMVIN. Estuvo un tanto parada, pero ahora da gusto verla. Para la Leccio Divina creo se puede mejorar; moniciones con sabor vicenciano, se empieza. Y como dice el Papa Francisco, cortas. En mi poco saber, la monición debe ser un » FLASH » sobre el texto.